En 2011, los Caballeros de Colón adquirieron el Centro Cultural San Juan Pablo II perteneciente a la Arquidiócesis de Detroit incluyendo el edificio y el terreno en 3900 Harewood Rd., en Washington, D.C. La visión de los Caballeros fue la de trasformar el centro en un santuario nacional en honor al legado de en aquel entonces beato Juan Pablo II.
La venta involucró a la Fundación del Centro Cultural y a la Universidad Católica de América. Los Caballeros le pagaron $22.7 millones a la Fundación por el edificio y el terreno, de los cuales la Universidad Católica recibió $2.7 millones de interés asegurado sobre el terreno. Después de los costos de cierre, la Arquidiócesis de Detroit recibió de la Fundación aproximadamente $20 millones por la venta.
Aunque esta cantidad es notoriamente menor a los $54 millones en préstamos que la arquidiócesis invirtió en el diseño, construcción y mantenimiento del Centro Cultural, la venta le permitió recuperar una parte de su inversión y acabó con los cerca de $65,000 mensuales de cuota de mantenimiento.
Hoy en día, el Santuario Nacional San Juan Pablo II es un centro de peregrinación en la capital de nuestra nación en donde se honra a nuestro Santo Padre y su visión por la Nueva Evangelización de compartir la Buena Nueva de Jesucristo en todo el mundo.
Preguntas Frecuentes
¿Cuánto dinero aportó la Arquidiócesis de Detroit al Centro Cultural?
La arquidiócesis designó alrededor de $54 millones en préstamos a la Fundación del Centro Cultural, mismo que se encarga de operar el centro. Estos fondos se usaron para el diseño, construcción, muebles, y en años anteriores, para apoyar sus operaciones. Al momento del cierre, la arquidiócesis saldó todos los préstamos en su totalidad.
¿De dónde provienen los $54 millones?
La arquidiócesis asignó fondos al Centro Cultural de su Programa de Préstamos y Depósitos y de ganancias de inversiones previas. Estos fondos se emitieron a principios de marzo de 2000 y se convirtieron en una serie de préstamos y anticipos de mantenimiento sumando un total de $54 millones.
No se desviaron fondos para apoyar al Centro Cultural del Plan de Pensión Sacerdotal o de su Fondo de Dotación, mismo que fue establecido a través de la campaña de recaudación de fondos Administradores para el Mañana de 1994 a 1995.
¿Por qué la arquidiócesis perdió dinero en la venta?
El Centro Cultural fue diseñado y construido durante una economía sólida a principios de siglo. El terreno se adquirió cuando el mercado de bienes raíces era mucho más favorable. Después del desaceleramiento económico en los mercados financieros y de bienes raíces, y a medida en que la recesión continuó, se hizo cada vez más improbable que la arquidiócesis pudiera recuperar su inversión total en el Centro Cultural.
¿Por qué la arquidiócesis vendió el Centro en 2011?
La venta permitió a la arquidiócesis recuperar un poco de los $54 millones que invirtió en el Centro Cultural y acabar con los cerca de $65,000 mensuales de costos operacionales. En el momento de la venta, la arquidiócesis recibió varias ofertas para adquirir el Centro en el rango de los $20 millones. Los Caballeros presentaron la mejor oferta y condiciones de venta. El arzobispo Vigneron consultó al Consejo Financiero arquidiocesano y al Colegio de Consultores quienes aceptaron y apoyaron de manera unánime la oferta de los Caballeros.
El Consejo Financiero arquidiocesano es un comité de nueve miembros integrado por líderes laicos y clero que se encargan de supervisar y aconsejar al arzobispo Vigneron en materias financieras de la Arquidiócesis de Detroit. El Colegio de Consultores es el consejo sacerdotal de asesores del arzobispo Vigneron en asuntos administrativos y financieros.
¿Por qué la arquidiócesis se involucró tanto en un proyecto en Washington, D.C?
La arquidiócesis se comprometió con los préstamos en mejores circunstancias económicas con base en un modelo de negocios que resultó insostenible. El Centro fue considerado una buena inversión tanto por la Arquidiócesis de Detroit como por más de 168,000 donadores por ser un lugar apropiado, en la capital de nuestra nación y contiguo a la Universidad Católica de América, para llevar la antorcha del Papa Juan Pablo II y compartir el mensaje universal de amor, libertad y paz en nuestra cultura contemporánea. Desde la canonización del Santo Padre en abril de 2014, el centro ha tenido aún más importancia debido a los innumerables peregrinos que visitan la capital de nuestra nación.
¿Qué políticas financieras ha establecido la arquidiócesis para no comprometer grandes sumas de dinero en un solo proyecto, como sucedió en este caso, en el futuro?
El arzobispo Vigneron ha implementado nuevas políticas y procedimientos referentes a la administración de los fondos operacionales de la arquidiócesis, su Programa de Préstamos y Depósitos, sus dotaciones y otras cuentas.
Estas reformas sobrepasaron los estándares requeridos por los estatutos del derecho canónico y la Conferencia Católica de los Obispos de los Estados Unidos en cuanto a las responsabilidades financieras diocesanas incluyendo el consentimiento informado en algunos asuntos financieros.
La dirección de la administración financiera de la arquidiócesis se ha fortalecido con la reorganización de las operaciones financieras arquidiocesanas y del Consejo Financiero. El nivel de participación del Consejo Financiero ha aumentado de manera significativa y está trabajando en estrecha colaboración con el arzobispo, el moderador de la curia y el Colegio de Consultores para supervisar y guiar mejor al arzobispo en los asuntos financieros de la arquidiócesis. El moderador de la curia es el equivalente al director ejecutivo de operaciones en el sector privado.
¿Continúa la arquidiócesis apoyando al Centro Cultural?
La Arquidiócesis de Detroit no provee apoyo financiero ni de ningún otro tipo desde que el acuerdo de compraventa fue finalizado el 30 de septiembre de 2011.