Compartiendo la Luz

Finanzas Parroquiales

La fuerza sacramental, ministerial y o de nuestras parroquias en el sureste de Michigan es un reflejo del liderazgo pastoral, del compromiso y generosidad de los fieles laicos y de la evangelización de la comunidad propia de cada parroquia. Nuestras parroquias hacen posible que nosotros podamos realizar la misión de la arquidiócesis de hacer llegar el Evangelio y de convertirnos en alegres discípulos misioneros que llevan a cabo el trabajo de Cristo. Esta es nuestra misión como pueblo unido en la fe de la arquidiócesis de Detroit: que nuestros seres queridos, nuestros amigos, nuestros vecinos y nosotros mismos conozcamos el amor de Jesucristo.

La vitalidad y fortaleza de las parroquias se puede medir a través de la participación de los fieles en la vida sacramental: la asistencia a misa, acudir a la reconciliación, la colaboración dentro de los ministerios parroquiales, como el servicio cristiano, y a través de contribuciones que proveen los recursos financieros para las parroquias y los ministerios y operaciones arquidiocesanas.

El manual que describe las políticas y procedimientos para cada parroquia y escuela en la arquidiócesis se actualiza constantemente para asegurar que todas las regulaciones gubernamentales, leyes e impuestos correspondientes se reportan y se envían a tiempo a las agencias federales, estatales y locales.

El Código de Derecho Canónico requiere que cada parroquia tenga un Consejo Pastoral y un Consejo Financiero. El objetivo es que esto, aunado a otras mejoras, promuevan una mejor colaboración y supervisión que tome en cuenta a los pastores y a los líderes laicos, y de esta manera, se establezca con más firmeza una cultura de corresponsabilidad cristiana en cada parroquia. Como lo dice el arzobispo Vigneron, debemos de cambiar nuestra cultura en la arquidiócesis de Detroit —acogiendo nuestra misión en común de hacer llegar el Evangelio al sureste de Michigan y más allá. De manera importante, el reencuentro de la arquidiócesis de Detroit radica en el reencuentro de cada parroquia.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Cuál es la relación entre las parroquias, su diócesis y su obispo?

La estructura administrativa y jerárquica de la Iglesia católica romana se originó durante la era apostólica después de la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo. Varios pasajes en el Nuevo Testamento se refieren al cuerpo de la Iglesia en donde se mencionan su liderazgo y los distintos roles. Por ejemplo, en 1 Corintios 12:28 y en Efesios 4:11-16, San Clemente de Roma, el cuarto papa después de Pedro (incluyéndolo a él), afirmó más tarde que la autoridad y las responsabilidades de los obispos, sacerdotes y diáconos en la Iglesia es importante. Alrededor de hace 1,600 años se formaron las provincias eclesiásticas (la Iglesia) . Estas jurisdicciones geográficas se llamaron provincias porque existieron en las provincias romanas en donde vivieron los primeros cristianos.

Una provincia eclesiástica en la actualidad consiste en una arquidiócesis guiada por un metropolitano, mejor conocido como arzobispo. La provincia eclesiástica de Michigan incluye a la arquidiócesis de Detroit, su líder es el arzobispo Allen Vigneron y su rol es el de proveer dirección pastoral. De acuerdo con el Concilio Vaticano Segundo:

“La diócesis es una porción del Pueblo de Dios que se confía a un Obispo para que la apaciente con la cooperación del presbiterio, de forma que unida a su pastor y reunida por él en el Espíritu Santo por el Evangelio y la Eucaristía, constituye una Iglesia particular, en la que verdaderamente está y obra la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, Católica y Apostólica”.

A un arzobispo lo asisten los obispos auxiliares, de los cuales hay cuatro que se encuentran activos en la arquidiócesis de Detroit. A su vez, a los obispos los apoyan los sacerdotes y diáconos que realizan su ministerio con los fieles laicos. A las parroquias dentro de una diócesis las guía un sacerdote o párroco, conocido como el pastor. De acuerdo con el Código de Derecho Canónico que gobierna a la Iglesia católica: “El párroco es el pastor propio de la parroquia que se le confía, y ejerce la cura pastoral de la comunidad que le está encomendada bajo la autoridad del Obispo diocesano en cuyo ministerio de Cristo ha sido llamado a participar, para que en esa misma comunidad cumpla las funciones de enseñar, santificar y regir, con la cooperación también de otros presbíteros o diáconos, y con la ayuda de fieles laicos, conforme a la norma del derecho”.

El Código de Derecho Canónico de la Iglesia considera que los bienes de la Iglesia pertenecen a la parroquia. Aunque las parroquias tienen el derecho en el Código de adquirir, administrar y disponer de sus propios bienes, debido a que que estos bienes benefician también a la Iglesia en su totalidad, cuando las parroquias quieren tomar decisiones importantes en relación a sus bienes, tales como propiedades, se debe de consultar al arzobispo y recibir su aprobación.

¿Cuáles son las fuentes de apoyo financiero de una parroquia?

La fuente más importante de ingreso de una parroquia es la colecta dominical. Por medio de sobres provistos a las familias registradas y del dinero en efectivo de la colecta o de los depósitos electrónicos de los feligreses, el ofertorio semanal es la mayor y más consistente fuente de ingreso de las parroquias. La colecta cubre los costos operativos de la parroquia. La colecta semanal debe de pagar los gastos de la parroquia como los salarios del personal y sus prestaciones, los programas y ministerios como la educación religiosa y el servicio cristiano, así como también la manutención y reparación de los edificios y del terreno.

Las parroquias que operan una escuela católica reciben ingresos por medio de la colegiatura y de las cuotas. Aunque este ingreso está destinado a la escuela, sus gastos operativos son mayores y a menudo requieren del apoyo de la parroquia (subsidio).

Las parroquias en la arquidiócesis de Detroit que recaudan más fondos que los establecidos en su meta a través del Llamado al Servicio Católico (CSA por sus siglas en inglés) retienen estos fondos y los usan para las necesidades de la parroquia. El CSA es una colecta anual que se lleva a cabo en toda la arquidiócesis para apoyar los gastos operativos de docenas de ministerios en las iglesias del sureste de Michigan incluyendo los ministerios que se ofrecen a través de las Operaciones Arquidiocesanas. Debido a que las parroquias se benefician de los programas y de los servicios financiados por el CSA, la participación de las parroquias y el cumplimiento de su meta es obligatorio.

Se exhorta a las parroquias a participar en el legado de caridad que incluye donaciones de los feligreses, testamentos, fundaciones benéficas, herencias y otras formas de donaciones planeadas por medio de las cuales los feligreses proveen un apoyo financiero adicional más a fondo. Otras parroquias llevan a cabo programas de incentivos con comercios en donde los feligreses se registran con un comercio para que la parroquia obtenga un porcentaje de reembolso por su compra.

¿Qué sucede con los fondos que se obtuvieron en la colecta del ofertorio semanal?

La parroquia retiene el 93% de los fondos y el 7% restante se destina a Operaciones Arquidiocesanas. Por ejemplo, si un feligrés hace una contribución de $20 en el ofertorio dominical, la parroquia se queda con $18.60, los cuales se usan normalmente para cubrir los gastos operativos de la parroquia. El $1.40 restante es para cubrir el impuesto de la parroquia a Operaciones Arquidiocesanas de la arquidiócesis de Detroit. Todas las parroquias de la arquidiócesis de Detroit apartan el 7% de la colecta del ofertorio anual para cubrir este impuesto, conocido en latín como el cathedraticum. En la arquidiócesis de Detroit, el impuesto apoya los programas y servicios que se coordinan por medio de Operaciones Arquidiocesanas. La colecta de Navidad no está sujeta al 7% de impuesto. Las parroquias retienen el 100% del ofertorio de Navidad que normalmente es la colecta más generosa del año.

¿Qué servicios provee la arquidiócesis de Detroit a través de Operaciones Arquidiocesanas a las parroquias?

Más allá del liderazgo pastoral, Operaciones Arquidiocesanas ofrecen apoyo directo a las parroquias para realizar ministerios y programas que no pueden solventar con sus propios recursos. El apoyo incluye, pero no se limita, a lo siguiente:

  • Servicios financieros como la administración del Programa de Préstamos y Depósitos, el Fondo de Dotación y el Plan de Pensión Sacerdotal. La revisión y seguimiento de la salud financiera de cada parroquia y la conducción de auditorías.
  • Apoyo con sus instalaciones: análisis de las condiciones de los edificios, propiedad y planta física. Coordinación de las ventas y rentas de la propiedad. Consulta para proyectos de renovación y construcción.
  • Trabajos de finanzas y administración con la Conferencia Católica de Michigan en nombre de las parroquias para estructurar programas de beneficios a los empleados, cobertura de compensación para los trabajadores, así como también, seguro de la propiedad y de responsabilidad y cobertura de reclamaciones.
  • Apoyo a los ministerios de evangelización, catequesis y educación religiosa incluyendo los programas del Rito de Iniciación Cristiana de Adultos (RCIA por sus siglas en inglés).
  • Ayuda para aquellos hombres que se encuentran en discernimiento para el sacerdocio y diaconado permanente en el sureste de Michigan.
  • Recursos para el matrimonio y la familia como el ministerio para la preparación del matrimonio.
  • Educación en grupos de estudio sobre la Naturaleza y Dignidad de la Mujer (Endow) y otros ministerios de mujeres.
  • Apoyo y recursos al ministerio de música. Formación de coros, cantores de salmos y directores de coros.
  • Ayuda a los hombres y mujeres de matrimonios fallidos para que regresen a estar en completa comunión con la Iglesia por medio de la consideración de decretos de invalidez (anulación) para los católicos divorciados a través del Tribunal Metropolitano y la consulta del Código de Derecho Canónico.
  • Recaudación de fondos y consulta de corresponsabilidad
  • Certificación y entrenamiento ministerial, así como consultas programáticas para los líderes laicos de prácticamente cada ministerio parroquial incluyendo los ministerios para jóvenes y adultos jóvenes.
  • Apoyo a la enfermería parroquial
  • Administración de las subvenciones Parish Empowerment, School Outreach y el fondo Urban Capital.

¿El impuesto es solo para la arquidiócesis de Detroit? ¿Con cuánta frecuencia cambia?

Casi todas las diócesis católicas tienen un impuesto que se usa, la mayoría de las veces, para financiar las operaciones diocesanas y los servicios a las parroquias. Se basa generalmente en un porcentaje del ingreso anual de la parroquia y algunas veces se ajusta para reflejar los ingresos del área, los costos operativos de la parroquia y otros factores. El impuesto de la arquidiócesis de Detroit se basa en el ingreso operativo de la parroquia incluyendo las colectas del ofertorio (excepto la de Navidad), el ingreso neto de las recaudaciones de fondos, el ingreso neto de la renta, las herencias y donaciones y otros ingresos operativos diversos de la parroquia.

El 7% del impuesto de la arquidiócesis de Detroit es más bajo que el de la mayoría de las diócesis de tamaño comparable en los Estados Unidos, ya que algunas de ellas, tienen cuotas tan altas como del 17%. El impuesto relativamente bajo de la arquidiócesis de Detroit se debe, en parte, al éxito consistente del CSA, la campaña anual más grande de este tipo en la nación. El impuesto de la arquidiócesis de Detroit aumentó un punto porcentual de 6 a 7% a partir del 1ro. de julio de 2010 debido a los reportes financieros de la parroquia que se presentaron para el año fiscal 2009-2010. Antes de este aumento, el impuesto había sido del 6% por más de 35 años.

¿De qué manera el impuesto arquidiocesano es diferente del Llamado al Servicio Católico (CSA por sus siglas en inglés)?

Desde principios de 1980, el CSA se ha encargado de financiar la mayoría de los ministerios de la arquidiócesis de Detroit mientras que el impuesto apoya las operaciones arquidiocesanas. En otras palabras, el impuesto cubre principalmente los gastos administrativos de la arquidiócesis y el CSA costea los ministerios.

Numerosos ministerios parroquiales se benefician de los departamentos arquidiocesanos e instituciones que apoya el CSA, como por ejemplo, el de Evangelización, Catequesis y escuelas y Vida parroquial y servicios. Reciben apoyo financiero del CSA la Oficina de Vocaciones Sacerdotales, el Seminario Mayor del Sagrado Corazón, los programas del Rito de Iniciación Cristiana de Adultos (RCIA por sus siglas en inglés) y las misas televisadas que se producen localmente y a largo plazo para las personas que no pueden salir de su hogar. Debido a que las donaciones al CSA permiten a la arquidiócesis de Detroit ofrecer estos ministerios, programas y servicios, las parroquias no necesitan autofinanciar estos esfuerzos, pues sobrepasarían sus recursos para establecerlos y mantenerlos.

El CSA también se encarga de financiar las contribuciones de la arquidiócesis de Detroit a seis ministerios católicos nacionales e internacionales que se benefician de las colectas anuales que emite la Santa Sede y la Conferencia de Obispos Católicos en los Estados Unidos. Debido a que las contribuciones a estos ministerios se hacen a través del CSA, las colectas especiales para estos ministerios no se llevan a cabo en las parroquias de la arquidiócesis de Detroit. Las seis colectas anuales que costea el CSA son: 1) La Iglesia en Latinoamérica, 2) Misiones para los Afroamericanos y Nativos Americanos, 3) Tierra Santa, 4) Misiones Católicas Domésticas, 5) Campaña de Comunicación Católica y 6) Universidad Católica de América.

¿Cuánto se ha contribuido al Llamado al Servicio Católico en los años recientes?

Los feligreses de la arquidiócesis de Detroit proveen un apoyo excepcional a sus parroquias y al CSA, lo cual ha tenido como resultado que las parroquias hayan sobrepasado la meta del CSA por los últimos tres años. De acuerdo con un estudio llevado a cabo por el Consejo de Corresponsabilidad Católica, el CSA es la colecta más grande y exitosa en la nación.

Año

Meta del CSA

Total de efectivo
recibido

Total de efectivo devuelto a las parroquias

2015

$17,839,000

$26,397,000

$8,558,000

2016

$17,839,000

$24,230,000

$6,391,000

2017

$17,897,000

$27,678,000

$9,781,000

¿Se pueden usar la recaudación de fondos del CSA para proyectos de inversión de capital de las parroquias?

Sí, la recaudación de fondos del CSA se puede usar para recolectar fondos para proyectos de inversión de capital para la parroquia y escuela tales como reparaciones y renovaciones mayores, construcción de anexos y de edificios nuevos. Después de que la parroquia recibe las aprobaciones necesarias de acuerdo con su nivel de parroquia, se envía el plan al Colegio de Consultores para su consideración. Si los consultores aprueban que se recauden los fondos por medio del CSA, la parroquia tiene que regresar cada año para recibir aprobación mientras el proyecto sigue en curso. Una vez que el proyecto termina, la parroquia ya no puede recaudar fondos a través del CSA.

El efectivo total devuelto a la parroquia indicado arriba está compuesto principalmente de la recaudación de fondos llevada a cabo para gastos de inversión de capital específicos aunado al efectivo que la parroquia obtuvo por haber sobrepasado su meta. El efectivo que se recaudó por medio del CSA con este objetivo no está sujeto al impuesto arquidiocesano anual, por eso es que se necesita la aprobación anual de los consultores.

¿Cómo se determina la meta del CSA para cada parroquia?

A cada parroquia se le asigna una meta con base en una fórmula que estableció la arquidiócesis (haga clic aquí para mayor información). Si las contribuciones sobrepasan la meta de la parroquia, esta recibe el 100% de esos fondos sin ningún impuesto. Si la colecta de la parroquia no alcanza su meta, esta debe de cubrir la diferencia por medio de los ingresos operativos de la parroquia. A las parroquias, por lo tanto, se les exhorta a que sus campañas del CSA sean vigorosas.

Las metas individuales de las parroquias cambian año con año y dependen de las fluctuaciones del ofertorio y de los cambios en los números de parroquias. Para calcular la meta del CSA de una parroquia, el factor más importante es su colecta anual, incluyendo la de Navidad, que se especifica en el reporte financiero anual que se envía a la arquidiócesis. Las metas del CSA para las parroquias en el 2018 se basaron en los reportes financieros que se enviaron para el año fiscal que terminó el 30 de junio de 2017.

Los créditos pueden reducir la cantidad del ofertorio anual de la parroquia que se considera para el cálculo del CSA. A las parroquias que operan escuelas y a aquellas que proveen asistencia para el pago de colegiaturas se les puede reducir la meta del CSA. El número de familias registradas, las deudas parroquial o la colecta para el CSA del año anterior no se incluyen en la fórmula para calcular la meta de CSA.

¿Cómo funcionan las colectas especiales en la arquidiócesis de Detroit?

El arzobispo Vigneron, en consulta con los consejos de asesoría arquidiocesanos y con base en las colectas anuales que emite la Santa Sede y la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, determina las colectas especiales que se llevan a cabo en las parroquias de la arquidiócesis de Detroit. Cuando ocurren desastres naturales o crisis humanitarias, el arzobispo puede autorizar colectas especiales.

En el año fiscal 2017-2018 se requirió que las parroquias participaran en las siguientes seis colectas, mismas que se anunciaron en las misas del fin de semana y dieron la oportunidad a los feligreses de contribuir. Las parroquias enviaron los ingresos de la recaudación de estas colectas en las primeras seis semanas después de que se llevó a cabo al Departamento de Administración y Finanzas de la arquidiócesis. Este se encargó de remitir los fondos a las organizaciones católicas que realizan estos ministerios específicos. Las seis colectas del año fiscal 2017-2018 fueron: 1) Apoyo a la Iglesia del centro y del este de Europa, 2) Catholic Relief Services, 3) Peter’s Pence, 4) Propagación de la fe (Domingo de la Misión Mundial), 5) Caridades Católicas del Sureste de Michigan y 6) Fondo de retiro para religiosos.

Algunas parroquias de la arquidiócesis de Detroit realizan una colecta especial en septiembre para apoyar el Plan de Pensión Sacerdotal de la arquidiócesis de Detroit, que es distinto al Fondo de Retiro para Religiosos, un plan nacional que apoya a hombres y mujeres retirados de órdenes religiosas, no solo a sacerdotes diocesanos. Esta colecta especial llamada, Con agradecimiento por su servicio en Cristo, se realiza generalmente en diciembre. En lugar de realizar una colecta especial, la mayoría de las parroquias pagan el impuesto de la pensión sacerdotal de su presupuesto operativo. La participación en la Operación Plato de Arroz es opcional y la determina cada parroquia en la arquidiócesis de Detroit.

¿Cuáles son las principales fuentes de apoyo financiero de Operaciones Arquidiocesanas?

Las Operaciones Arquidiocesanas de la arquidiócesis de Detroit se financian principalmente de la ganancias del impuesto arquidiocesano que obtienen de las parroquias y del Llamado al Servicio Católico anual. En el año fiscal que terminó el 30 de junio de 2018, el ingreso del impuesto de las Operaciones Arquidiocesanas fue de $10,923,278 y el ingreso del CSA en el mismo año fiscal fue de $17,855,740.

¿La arquidiócesis es dueña de los edificios y del terreno de las parroquias? ¿Qué papel tiene la arquidiócesis en las finanzas e instalaciones de las parroquias?

Bajo la ley civil de Michigan, la arquidiócesis de Detroit es una “corporación de propietario único” en la que el arzobispo es el dueño legal de todas las propiedades de la arquidiócesis. Aunque las propiedades de la arquidiócesis de Detroit están escrituradas a nombre del arzobispo, el Código de Derecho Canónico considera que los activos de las parroquias pertenecen a las parroquias y se administran para el bien de toda la Iglesia. Bajo el Código de Derecho Canónico, las parroquias pueden obtener, administrar y disponer de sus activos, sin embargo, debido a que estos activos son para el beneficio de toda la Iglesia, antes de que las parroquias tomen decisiones importantes concernientes a sus activos deben de consultar al arzobispo para que apruebe lo que se propone.

¿Quién desarrolla y administra los presupuestos de las parroquias? ¿Se comparan estos presupuestos con la actividad y resultados financieros reales?

Los presupuestos de las parroquias provienen del pastor en colaboración con el personal, el consejo financiero y el consejo pastoral de la parroquia. Las decisiones en cuanto a presupuestos parroquiales, campañas de construcción y renovaciones se deben de revisar con el consejo pastoral de la parroquia.

Se espera que las parroquias envíen un presupuesto realista a la arquidiócesis de Detroit anualmente en mayo. Los reportes financieros de la parroquia se deben de declarar anualmente en agosto. Los presupuestos parroquiales se revisan y se pueden modificar por las Operaciones Arquidiocesanas. El Departamento de Administración y Finanzas de los Servicios Centrales de la arquidiócesis revisan los presupuestos que envía cada parroquia de la arquidiócesis, los compara con los reportes financieros que cada una de ellas envió en los cinco años previos y determina si las cantidades del presupuesto son razonables.

Si el presupuesto de la parroquia refleja un déficit o las cantidades del mismo son significativamente diferentes a la tendencia de los cinco años previos, el Departamento de Administración y Finanzas contacta a la parroquia para aclarar el presupuesto. Administración y Finanzas también revisa cada reporte financiero enviado por las parroquias. Si falta información, hay errores o elementos que no cumplen con las políticas arquidiocesanas, se les pide a las parroquias que proporcionen la información faltante o que envíen un reporte financiero corregido.

¿Qué permisos deben de obtener los pastores y parroquias para realizar inversiones de capital?

Los pastores pueden aprobar inversiones de capital de hasta $10,000. Para proyectos de capital de entre $10,000 y $25,000, el pastor debe de consultar al consejo financiero de la parroquia antes de iniciar el proyecto y mantener un registro de la consulta en las minutas del consejo financiero de la parroquia. Para proyectos en el rango de $25,000 a $100,000, el pastor debe de consultar al consejo financiero de la parroquia antes de iniciar el proyecto, mantener un registro de la consulta en las minutas del consejo financiero de la parroquia y reportar la transacción al rector de la arquidiócesis de Detroit enviando la forma de aprobación de inversiones de capital y una copia de la minuta. Para proyectos que exceden a $100,000, el pastor debe de recibir primero la aprobación del consejo financiero de la parroquia y la aprobación por escrito del arzobispo antes de iniciar el proyecto, independientemente de que la parroquia cuente o no con los fondos para llevar a cabo el proyecto.

Como lo requiere el Código de Derecho Canónico, el arzobispo de manera habitual consulta al Colegio de Consultores, quienes proporcionan guía en materias financieras como la adquisición y venta de bienes o propiedades, antes de aprobar dichas transacciones como pastoralmente convenientes. Si los consultores consideran que el proyecto es conveniente, la solicitud se transfiere a los administradores del Programa de Préstamos y Depósitos (LDP por sus siglas en inglés) quienes estudian cada solicitud de préstamo y su vialidad financiera antes de responder con una recomendación a los consultores. Los umbrales financieros aplican al proyecto completo y no se pueden rebajar dividiendo depósitos o pagos. En todas las circunstancias concernientes a las inversiones de capital de las parroquias, se exhorta al pastor a consultar con su consejo financiero.

Se espera, generalmente, que las parroquias cuenten con los fondos suficientes para proyectos mayores antes de buscar aprobación. Esto es para asegurar que dichos proyectos están ligados a un plan de recaudación de fondos amplio y no se encuentran sin fondos suficientes.

¿Se requiere que las parroquias reporten sus finanzas a los feligreses?

Las políticas arquidiocesanas establecen que los feligreses deben de recibir un reporte de la actividad financiera de la parroquia anualmente. Algunas parroquias publican un resumen financiero anual en sus boletines. Otras parroquias proporcionan resúmenes semanales del ingreso del ofertorio en el boletín. Aunado al compromiso del arzobispo Vigneron sobre responsabilidad y transparencia, se espera que las parroquias demuestren un buen manejo y corresponsabilidad al informar a sus feligreses sobre las finanzas de la parroquia. Como lo establece la Guía de los Consejos Parroquiales, del Vicariato y Arquidiocesanos, se espera que las parroquias:

“Comuniquen regularmente, por lo menos una vez al año, la condición financiera de la parroquia como las fuentes y cantidades de ingreso, los gastos, las deudas, las deudas parroquial atrasadas y el ahorro de la parroquia e inversiones. El reporte anual se le presenta primero al consejo pastoral de la parroquia, quienes comunican la información a la parroquia y posteriormente al arzobispo por medio del Departamento de Administración y Finanzas. Un reporte amplio es un elemento importante de la responsabilidad y de la transparencia. La responsabilidad cierra el círculo de la corresponsabilidad e impacta directamente la disposición de los feligreses para dar su tiempo, talento y tesoro”.

¿Se realizan auditorías a las parroquias? ¿Quién se encarga de llevar a cabo las auditorías y bajo qué criterio?

La oficina de Servicios de Auditoría de la arquidiócesis maneja un programa de auditorías de alcance limitado que se enfoca en el control interno y financiero de la parroquia. A través de ellos se examina un resumen de la actividad financiera de la parroquia incluyendo el análisis de su reporte financiero. En situaciones en donde se identifican irregularidades potenciales o inconsistencia en los procedimientos, la revisión de la auditoría se expande. Los Servicios de Auditoría conducen anualmente auditorías en aproximadamente 60 parroquias y escuelas con el objetivo de examinar de manera habitual los libros contables de cada parroquia y escuelas una vez cada cuatro años. Los recursos para llevar a cabo auditorías se priorizan para las parroquias que no han sido auditadas en años recientes y cuando se solicite una auditoría por circunstancias especiales tales como reportes recibidos en el EthicsPoint portal arquidiocesano, por medio del cual, se puede reportar la sospecha del uso indebido de los fondos y propiedades de la Iglesia.

El Departamento de Administración y Finanzas de los Servicios Centrales de la arquidiócesis también analiza anualmente el reporte financiero y el presupuesto de cada parroquia. Para las parroquias seleccionadas que se encuentran en dificultades o para aquellas que se requiere que envíen un plan de pago de deuda, los servicios de apoyo parroquial arquidiocesano deberán realizar un análisis financiero detallado o un análisis de flujo de efectivo que incluya los resultados financieros previstos y las recomendaciones para reducir los déficits previstos.

¿Qué medidas existen para prevenir el fraude en las parroquias?

La arquidiócesis de Detroit exhorta y facilita el reporte de sospechas sobre el uso indebido de los fondos y propiedades de la Iglesia. Los pastores, feligreses y los miembros de los consejos parroquiales comparten esta responsabilidad, mientras que los consejos financieros de las parroquias se encargan de supervisar las cuentas de la parroquia, las políticas y procedimientos para asegurar su cumplimiento y reducir así las oportunidades de uso inapropiado de los fondos de la parroquia. Por ejemplo, la colecta del ofertorio debe de trasladarse de la misa a un lugar seguro por dos feligreses y contar el dinero en la presencia de por lo menos dos feligreses. Inmediatamente después, dos feligreses colocan el dinero en la caja fuerte de la parroquia o lo depositan en el banco. El conteo de la colecta debe de ser igual a la cantidad depositada en la cuenta de banco de la parroquia y a la cantidad que se muestra en la ficha de depósito. Además, ningún cheque de la parroquia debe de emitirse “ a efectivo”. Los detalles se especifican en la Guía de políticas y procedimientos para las parroquias en la arquidiócesis de Detroit.

La arquidiócesis exhorta a todo el personal, voluntario o feligrés a que reporten el posible uso financiero indebido. La arquidiócesis usa EthicsPoint, una compañía independiente y externa, para administrar la línea directa para reportar el uso financiero indebido en la arquidiócesis. Los reportes deben de realizarse de manera electrónica o por llamada telefónica al 855-234-9774. En palabras del arzobispo Vigneron:

“Estamos agradecidos por su disposición a trabajar con nosotros en cuidar que se lleven a cabo la ética y los estándares profesionales más elevados en todos nuestros ministerios, pues estamos comprometidos en ser responsables ante los miembros de la comunidad católica. Las parroquias, escuelas y otras entidades en la arquidiócesis de Detroit practican la corresponsabilidad de manera sólida con los dones que se nos comparten. Todos los miembros de la Iglesia son responsables de asegurar que los fondos que recibimos se usan para el beneficio de la gente que servimos y de proteger nuestros activos físicos y financieros del robo o uso indebido. La línea directa para reportar el uso financiero indebido es una forma más de promover la corresponsabilidad. La línea directa hace más sencillo para los empleados, feligreses, voluntarios, proveedores y otros a reportar de forma confidencial cualquier preocupación relacionada con asuntos financieros. La arquidiócesis de Detroit o cualquier entidad afiliada no tomará represalias o actuará en contra de la persona que hizo el reporte. Se harán todos los esfuerzos posibles para proteger su identidad e intereses”.

¿Dónde mantienen las parroquias los fondos excedentes?

Las parroquias están autorizadas y se espera que mantengan 60 días de efectivo en una cuenta de un banco local o institución financiera. Se requiere que las parroquias depositen y mantengan sus ahorros en el Programa de Préstamos y Depósitos (LDP por sus siglas en inglés). Estos fondos deben de estar en cuentas que generen intereses. Las cuentas de inversiones de la parroquia están restringidas al Fondo de Dotación de la arquidiócesis. Las cuentas de ahorro de las parroquias o cuentas de inversión fuera del LDP o del Fondo de Dotación de la arquidiócesis no están permitidas.

¿Ofrece la arquidiócesis de Detroit asistencia financiera a las parroquias?

Los fondos están disponibles para las parroquias y vicariatos que cumplan con los requisitos a través del Fondo de Empoderamiento (PEF por sus siglas en inglés) mismo que otorgó $631,638 en el año fiscal que terminó el 30 de junio de 2018.

Las parroquias elegibles para las subvenciones del PEF realizan su ministerio primordialmente con una población en riesgo o con una minoría étnica, tienen menos de $25,000 en ahorro regular y no más de $50,000 más en ahorros especiales designados. Los fondos del PEF se pueden usar solamente para cubrir salarios o programas y no pueden usarse para gastos operativos, mejoras de capital o para comprar equipo o vehículos. Las subvenciones del PEF se otorgan normalmente a las parroquias con necesidades de personal, como salarios para los directores de educación religiosa, personal administrativo bilingüe y gerentes que trabajan en varias parroquias. Si se otorga un salario, la parroquia o vicariato debe de pagar todos los beneficios. Las parroquias elegibles para el PEF deben de tener presupuestos actualizados y aprobados y de haber declarado su reporte financiero al Departamento de Administración y Finanzas de la arquidiócesis.

El Fondo de Capital Urbano de la arquidiócesis (UCF por sus siglas en inglés) es un programa de subvenciones que provee fondos para emergencias, necesidades fuera del presupuesto y necesidades de capital, principalmente a las parroquias en las áreas urbanas de la arquidiócesis. Por ejemplo, el techo de una iglesia puede tener goteras y requerir reparación inmediata y la parroquia no poseer los fondos. La oficina del canciller administra el programa del UCF. Se hace la recomendación de las subvenciones al Colegio de Consultores quienes a su vez hacen la recomendación al arzobispo. La cantidad máxima de la subvención del UCF por parroquia es de $25,000 por año fiscal. En el año fiscal que terminó el 30 de junio de 2018, el UCF otorgó $22,791 en subvenciones.

Posted: February 2019