Sínodo 16

Para discernir la respuesta, el Arzobispo de Detroit, Allen Vigneron, convocó un sínodo en el otoño de 2016. Los representantes de toda la arquidiócesis se reunieron durante tres días para orar, discutir y discernir lo que el Espíritu Santo estaba diciendo. Los miembros del sínodo se enfocaron en temas y propuestas relacionadas en cómo reorientar a la Arquidiócesis de Detroit de un estado de conservación a uno de misión. ¿Cómo podemos convertirnos en una banda de alegres discípulos misioneros que Dios desea que seamos?

El trabajo del Sínodo 16 fue el trabajo del Espíritu Santo. Es un movimiento. Nosotros sólo somos Sus instrumentos para rehacer la Iglesia y recobrar el mundo por Cristo. El Sínodo 16 no fue el punto final, fue un momento lleno de gracia en nuestra Iglesia y un gran paso en el camino para convertirnos en una diócesis evangelizadora formada de católicos en conformidad con Cristo.

Preguntas Frecuentes

¿Cuándo y dónde se llevó a cabo el Sínodo 16?

El Sínodo 16 se llevó a cabo del 18 al 20 de noviembre de 2016 en el Westin Book Cadillac en el centro de Detroit. La misa de apertura fue en la iglesia cercana de St. Aloysius.

¿Qué es un sínodo diocesano?

Un sínodo es tanto un evento como un proceso donde el clero, religiosos y laicos se reúnen para discutir asuntos importantes de la fe. Los sínodos son eventos transformadores que dan paso a la renovación de la vida de la Iglesia. Después de que un sínodo sucede, la Iglesia emerge de manera diferente y cambia.

¿Quiénes fueron los miembros del Sínodo 16?

De acuerdo con el Canon 463 a algunas personas se les convoca como miembros del sínodo diocesano, mismas que están comprometidas a participar en él. Para llevar a cabo este compromiso, el Arzobispo Vigneron extiende estas invitaciones para ser miembros del Sínodo 16 a:

  • Los obispos auxiliares, vicarios generales, vicarios episcopales, vicarios judiciales, miembros del Consejo Presbiteral (sacerdotes), rectores del Seminario del Sagrado Corazón y del Seminario SS Cyril and Methodius y a los dieciséis vicarios.
  • Miembros laicos de las parroquias de toda la arquidiócesis.
  • Un sacerdote por cada uno de los dieciséis vicariatos, elegido por sus hermanos sacerdotes.
  • Los superiores de los institutos religiosos y sociedades de vida apostólica que mantienen una casa en la arquidiócesis y han participado activamente en el diálogo anual con el arzobispo Vigneron. El Superior o su delegado(a) puede aceptar la invitación para ser miembros del Sínodo 16.
  • Los dieciséis miembros representantes del vicariato del Consejo Pastoral Arquidiocesano.
  • Los miembros del comité del Ministerio Eclesial Laico (LEM por sus siglas en inglés) de cada una de las cuatro regiones de la arquidiócesis.
  • Tres diáconos permanentes de cada una de las cuatro regiones de la arquidiócesis que fueron elegidos por sus hermanos diáconos para formar un total de doce.
  • Personas involucradas en las escuelas católicas, ministerios de jóvenes y de adultos jóvenes, diferentes movimientos laicos, comunidades especiales y ministerios particulares.
  • Personas específicas en calidad de consejeros expertos y facilitadores quienes no pueden votar y mantienen un rol pasivo en el Sínodo 16.

¿Cuáles fueron los precedentes del Sínodo 16?

Antes del Sínodo 16 fue el “Año de la oración por un nuevo Pentecostés” en donde se le pidió a Dios que “incrementara el reino del Salvador Divino, el reino de la verdad y la justicia, el reino del amor y de la paz”.

Para preparar a los fieles de la arquidiócesis, una serie de treinta misiones llamadas “Ven, Encuentra a Cristo” se llevaron a cabo en las parroquias en todo el sureste de Michigan. Esta efusión de oración y evangelización ayudó a preparar a los fieles para el Sínodo 16.

En la primavera del 2016, las parroquias de la arquidiócesis llevaron a cabo un diálogo parroquial en reuniones para hablar de la evangelización en la arquidiócesis y para informarles sobre las propuestas que se discutirán en el Sínodo 16. Esto dio a los fieles católicos la oportunidad de participar e informarse de los resultados del Sínodo 16.

¿Qué es la evangelización? ¿Por qué es importante?

Evangelizar es traer la Buena Nueva de Jesucristo a todos aquellos que nos rodean. El mismo Jesús nos pidió que evangelizáramos. La Iglesia existe para dar fe del Evangelio. Hay gente a nuestro alrededor que jamás ha escuchado que Dios los ama y que desea una vida abundante para ellos. Ellos necesitan escuchar esta buena noticia. También hay personas que recibieron los sacramentos o crecieron en hogares fieles, pero han dejado de ir a la iglesia o de participar en su fe. La evangelización es para ellos también.

 ¿Se han llevado a cabo otros sínodos diocesanos en la Arquidiócesis de Detroit?

Sí. El sínodo más reciente previo al Sínodo 16 fue el Sínodo 69 que convocó el Cardenal Dearden y tuvo lugar en el Cobo Center en 1969. En total se han llevado a cabo diez sínodos desde que se formó la diócesis de Detroit en 1833.

¿Cuáles son los frutos del Sínodo 16?

Después de la conclusión del Sínodo 16, un equipo nombrado por el arzobispo sintetizó las propuestas por las que se votaron. El arzobispo Vigneron comenzó entonces a orar y revisar lo que escuchó aunado a las grabaciones y material que obtuvo en el sínodo para escribir su carta pastoral post-sínodo titulada, Haz llegar el Evangelio

Dentro de “Haz llegar el Evangelio” se encuentran una serie de pasos a tomar que cuando se lleven a  cabo desplazará a la Arquidiócesis de Detroit de la conservación hacia la transformación en una banda de alegres discípulos misioneros. Este es el movimiento del Espíritu Santo en la Iglesia de Detroit.
¿Por qué el Sínodo 16 es importante?
Hay una necesidad de elevar la presencia e importancia de Cristo en las personas, familias, parroquias, escuelas e instituciones católicas para recibir la Buena Nueva, para vivirla y compartirla con nuestros amigos, familia, ambiente laboral y más allá.

El estado natural de la Iglesia es el de crecimiento. Estamos viviendo en un tiempo de deterioro antinatural de la Iglesia. El declive en la participación sacramental y en las vocaciones, así como el cierre de parroquias es una anomalía antinatural que surge de la erosión de la evangelización. Necesitamos enmendar algunos aspectos en los que nos hemos convertido como pueblo de Cristo —la pasividad para priorizar y vivir nuestra fe, la tristeza al percibir el debilitamiento de la importancia de Jesús y de las instituciones de la Iglesia y la aceptación del malestar que surge de creer que es muy poco lo que se puede hacer.

De la misma manera que estamos viendo la revitalización de nuestra ciudad, queremos propiciar el renacimiento de la Iglesia en Detroit.

¿Cuál es el alcance del Sínodo 16 en cuanto a la evangelización?

El beato Pablo VI llamó a la evangelización “la gracia y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. La Iglesia existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, para ser el canal del don de la gracia, para reconciliar a los pecadores con Dios, para perpetuar el sacrificio de Cristo en la Misa que es el memorial de Su muerte y de Su gloriosa Resurrección”. Evangelizar, difundir la Buena Nueva, proclamar el Kerygma… es esencial para todo lo que hace la Iglesia.

¿Se llevará a cabo otro sínodo?

Es posible que el Arzobispo Vigneron o alguno de sus sucesores convoquen a otro sínodo diocesano en algún momento en el futuro. Sin embargo, por ahora no hay planes para realizar uno.

 

Posted: October 2018